sábado, 3 de abril de 2010

DESPUÉS DE...
Después de volver a Chile de vacaciones, después de pelear infinitamente con las instituciones de mi país que nunca serán competentes hasta que yo se Presidente, después de pasar el 8.8 en un sexto piso, después de ver la desolación de mi pueblo, después de ver mi pieza caer y a mi madre durmiendo en carpa, después de conseguir la Beca, después de cruzar el charco Atlántico en un viaje de mierda, estoy de vuelta ¿para qué? Para hacer mi vida supongo.

Acabo de ver una serie en que la protagonista tiene un blog, pero no se dedica a él (y de paso a su vida) por trabajar, y me dije ¿qué tal si lo vuelves a intentar otra vez?, a empezar con mi vida nuevamente, a reencontrarme con las pasiones de antaño, los amigos de esa vez, las risas de otrora y aquí estoy, volviendo a escribir en este papel virtual.

Una vez tenía un cuaderno de sueños, donde anotaba cada sueño que tenía para después interpretarlo. Me aburrí de soñar y dejé de interpretar. Cierto día lo vi y escribí en una hoja algo así como "espero que esta vez no lo deje", y volví a soñar y a interpretar... No me alcanzó la batería, renuncié, y anoche volví a soñar. La pregunta es, con este ánimo que tengo de hacer cosas y reecontrarme con lo que era ¿cuándo se sabe que uno ya no debe buscar más porque se encontró con el que será? Es decir, ¿cuándo uno realmente llega a ser persona ad eternum?
Imagino que en esta larga vía debe haber un momento en que el tren se detiene y uno dice "listo, he conseguido lo que quería y desde aquí en adelante todo será llano, pleno".

Por mientras llego a este punto, vuelvo a escribir en mi blog, confiando en que no me pase lo mismo que con los sueños.

Epeflom